Es emocionante ver como la mujeres continúan creciendo en el deporte. Cada vez son más las que, para conquistar sus sueños, trabajan sin cesar para romper paradigmas y desarrollarse en terrenos donde era impensable verlas años atrás. Ese es el caso de Tatiana Calderón, una colombiana que con constancia y pasión se ha abierto camino en un mundo completamente dominado por los hombres.
La historia comienza en su natal Bogotá cuando, con tan solo nueve años, fue a una pista de 'karting' acompañada de su hermana y su padre. Un paseo de diez minutos se convirtió en una carrera de vida, en la que nadie podría alejarla de las pistas.
Tatiana, con tan solo 23 años, se ha convertido en pionera dentro del deporte motor. Es la primera mujer colombiana en correr en un monoplaza, la primera en obtener un título de karting en América del Norte, la única piloto que ha logrado subir al podio de la Fórmula 3 Británica Internacional, y ahora la primera mujer colombiana piloto en llegar a la Fórmula 1.
Con una trayectoria de trece años, ahora ha sido contratada por Sauber como piloto de desarrollo, y a pesar de que no correrá de manera instantánea en la F1, afirma con determinación: "Mi objetivo es llegar ahí. Creo que es posible y voy a hacer lo que esté a mi alcance para que así sea. Por ahora estaré corriendo en la GP3, que es una de las antesalas. Estamos muy cerca”.
Su llegada a Sauber parece ir de la mano con una política de equidad de género en la empresa. Actualmente, el equipo suizo es dirigido por Monisha Kaltenborn, tienen una ingeniera de estrategia, Ruth Buscombe (procedente de Haas y Ferrari), y una directora de Comunicación, Marleen Seilheimer. “Los tiempos están cambiando, la gente está más abierta a ver mujeres en todos los ámbitos del automovilismo. Sauber es un ejemplo perfecto”
Tatiana confiesa que creció admirando a Juan Pablo Montoya. El piloto colombiano de F1 ha estado siempre muy pendiente de la evolución de su carrera. No solo la ha motivado a través de su ejemplo, si no que le dijo una frase que ella siempre recordará: “Si ellos pueden, usted también”.
En efecto, su ídolo le dio un consejo verdadero: ¡Tatiana puede lograrlo! Así como cualquier mujer que se lo proponga y se prepare para ello. Esperemos que las próximas generaciones vean en Tatiana un referente femenino en la F1, y que su trayectoria empodere a otras niñas y mujeres que deseen desarrollarse en cualquier deporte o disciplina.