top of page
Search
  • Writer's pictureEugenia Károlyi

Pero quiero ser periodista deportiva

Hace tan solo unos años éramos solo las encargadas de preparar las botanas para los amigos de nuestros novios, que venían el sábado en la noche a casa a ver el partido. Para los chicos, encontrar a una mujer que lo acompañara el domingo al estadio era como ganarse la lotería.

Hoy estamos viviendo la revolución feminista nuevamente, pero dentro del mundo del futbol. Cada vez somos más las mujeres en los estadios, en la prensa deportiva, en las tiendas de deportes. Pero ya no vamos solo a comprar las zapatillas de running o los pantalones de yoga, ahora también queremos la camiseta de nuestro equipo, que además suele ser mucho más costosa que el outfit completo, lo suficientemente cómodo para hacer las asanas retorcidas y de cabeza. El periodismo deportivo (femenino) ha pasado de ser una profesión, a ser un estilo de vida, y ahora se ha convertido en las palabras claves para volverte popular en twitter. Si, chicas, estamos de moda.

Hace seis años, más de una me veía raro, hoy en día recibo mensajes y correos constantemente de mujeres buscando “tutoría” sobre como llegar a ser periodista deportiva: Motivación, paciencia, y amor por el deporte suelen ser mis tres respuestas básicas. Pero creo que hoy toca dar dos pasos atrás, dejar la moda a un lado y volver al sentir del periodismo como un estilo de vida. No somos muy diferentes a los futbolistas, quienes han de sacrificar mucho para poder dedicarse al deporte mas bonito del mundo. Y es importante entender que no todo es tan “glamuroso“ como parece.

Si algo tenía claro cuando decidí mudarme de la Ciudad de México a España, es que quería trabajar con el futbol, lo que no tenia tan claro era cómo… Aún no lo tengo. El periodismo, si quieren llamar lo que yo hago periodismo, simplemente fue la manera más natural que se me dio para emprender en un mundo que me apasionaba, -un mundo- más allá del juego y los futbolistas. Hoy en día sigo sin tenerlo claro, pero al menos descubrí a que mundo pertenezco.

Mi vida se ha convertido en una constante búsqueda de motivación e inspiración para inventarme nuevos proyectos, nuevas ideas que me hagan crecer personal y profesionalmente dentro del ingrato mundo del futbol que tanto me da. El tema va mucho más allá de ser una minoría en un mundo claramente dominado por los hombres. Ser emprendedora es otro tema completamente aparte, una constante lucha entre la libertad vs. la estabilidad.

Soy mujer, soy emprendedora, y mi mundo es el fútbol. Cualquiera me diría que tengo la fórmula perfecta para el fracaso profesional, pero aunque definitivamente no es fácil, solo les puedo asegurar que me ha hecho feliz y al final eso es lo que realmente importa. Cada día es un nuevo reto, un día estas arriba, al día siguiente estas abajo, un día te acreditan, otro no. Es como una montaña rusa de situaciones, proyectos, y emociones. Estos años me han permitido conocerme a mi misma, entender mis capacidades, aprender a manejar mis emociones, y aprender a sobrevivir, dependiendo de nadie más que de mi.

Muchas personas me preguntan como estoy aquí y allá, como viajo tanto, que si soy millonaria… Algunos pensarán hasta que soy “bendecida y afortunada,” o que tengo algún jeque árabe patrocinando mis aventuras. Jajaja, ya quisiera. Reinventarse es la clave, empiezas a hacer algo y cuando todos los demás lo empiezan a hacer como tu, sabes que ha llegado la hora de reinventarte, cambiar algo. El qué, el cómo, o el dónde. Es muy diferente ser una periodista para una cadena multinacional de televisión, a ser una periodista emprendedora que dependes de ti misma para llevar a cabo tus ideas, tus sueños, tus metas… Y les aseguro que, para mi, ha sido mucho más gratificante la segunda opción.

Sin embargo, los sacrificios son proporcionales al éxito. Viajar alrededor del mundo cubriendo el futbol debe ser el sueño de la mitad de la población del planeta tierra… ¿o me equivoco? Pero hacerlo sola, ¿sigue sonando tan sexy? Durante años he invertido todo mi tiempo y dinero en viajar para cubrir cada evento deportivo, desde Japón hasta Brasil. Aventuras que me han dejado las mejores enseñanzas de mi vida, en las que he conocido a personas que han pasado de ser mis colegas, a ser mis amigos. Pero mientras tanto, del otro lado del Océano Atlántico está mi familia a quienes cada vez veo menos, y en mi casa se queda esperándome cada vez que me voy, mi futuro esposo que no se como amarlo más por el apoyo incondicional que es para mi.

El sacrificio de estar lejos de los tuyos puede pesar más que la satisfacción de lograr tus sueños. Pero, ¿tendría el mismo sentido mi vida si dejara de hacer ese sacrificio? Creo que no.

208 views0 comments
bottom of page