Titulares con aires irónicos hablan sobre un país “africano” que puede llevarse la copa del mundo a casa. Francia, que se perfila como una de las grandes favoritas, cuenta con 14 de 23 jugadores procedentes de este continente.
Mbappé, de origen camerunés y argelino, Dembélé, de raíces en Senegal, Umtiti y Rami, provenientes de Camerún y Marruecos y Pogba con padres procedentes de Guinea, son algunas de las figuras claves de la selección de Francia que no nacieron en suelo francés. Sin embargo, esto lejos de ser una novedad, fue una característica cuando el equipo galo consiguió su primera Copa del Mundo en 1998.
Para ahondar sobre este tema vale la pena ver el documental Les bleus (Neftlix) por lo valioso de sus testimonios y por su labor de investigación. El film plantea la doble moral con la inclusión de jugadores no oriundos de Francia. “Si ganan son los ‘negros, blancos y árabes’. Y si pierden son chusma extranjera”. También refleja algo vital: la correlación de la historia de un país, sus circunstancias y cómo incide en su vínculo con el fútbol.
La selección de Francia puede servir como un reflejo de la actualidad, una sociedad multicultural donde si bien predominan los prejuicios, pueden vencer las ansias de superación. Una sociedad en la que el talento puede ser el verdadero goleador. Ya en el año 98 el entonces presidente calificó la victoria "tricolor y multicolor" porque unió a su país entero.
¿Volverán les bleus a unir a los franceses? ¿Una victoria será capaz de eliminar definitivamente el paradigma?
Esta selección puede hacer historia mas allá del fútbol; puede permitirle a Francia en el 2018 dar una lección de verdadera igualdad y fraternidad. Y es que indiscutiblemente, el fútbol excede los límites de una cancha.
Por: Mariana Guzmán Foto: twitter.com/equipedefrance